Lo importante de la muerte no es lo que ella es en sí, sino lo que ella nos trae; no es el instante mismo del paso a la otra vida, sino la otra vida a la que ella nos abre paso. Para quienes tenemos fe, la muerte es sólo un suspiro, una sonrisa, un breve sueño; y para los que vivimos de la dichosa esperanza de una felicidad sin fin, que encontraremos al cruzar el umbral de la otra vida, ésta no es sino un ligero parpadeo y, al abrir los ojos, contemplar cara a cara a la Belleza misma; es exhalar el más exquisito perfume –el de nuestra alma, cuando abandone el cristal que la contiene— para iniciar la más hermosa aventura y gozar del Amor en persona… ¡ahora sí, para toda la eternidad! La muerte no debería llamarse “muerte”, sino “vida” porque es el inicio de la verdadera existencia.
Paz y oración por el corazón de dos amigos que nunca olvidaremos, les quiero Mr/Mr. elvin....
1 comentario:
Hay una oración del indio nativo americano que lo dice muy bien:
Do not stand at my grave and weep:
I am not there, I do not sleep.
I am a thousand winds that blows;
I am the diamond glints on snow.
I am the sunlight on ripened grain.
I am the autumn's rain.
When you awaken in the morning's hush;
I am the swift uplifting rush.
Of quiet birds in circled flight.
I am the soft star that shines at night.
Do not stand at my grave and cry.
I am not there; I did not die.
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